Uno de los electrodomésticos más importantes de la cocina es la campana extractora, pero también es uno de los que más se ensucian tanto por fuera como por dentro, ya que su misión es absorber los olores y humos de la cocina.
Si no la limpias con frecuencia, se puede convertir en uno de los elementos del hogar más tediosos a la hora de limpiar y mantener en buen estado y reluciente. Es complicado eliminar toda la suciedad y grasa que acumula una campana extractora, pero no es imposible.
En este post te vamos a dar algunos consejos sobre cómo limpiar la campana extractora. ¡Vamos a ello!
¿Cómo limpiar la campana extractora?
Limpieza externa de la campana extractora
Mantener la campana extractora reluciente y brillante como el primer día no es tarea fácil, pero se puede conseguir. Para ello, puedes utilizar un producto desengrasante o quitagrasas de los muchos que encuentras en cualquier droguería o supermercado. También, puedes elaborar tu propio quitagrasas casero con agua, jabón y vinagre de limpieza.
Independientemente del desengrasante que decidas utilizar para limpiar la parte externa de tu campana, lo primero que debes hacer es pulverizar por fuera la campana con el desengrasante, ya sea casero o comercial. Lo dejas actuar unos minutos, para que se ablande la suciedad, y resulte más fácil eliminar la grasa acumulada. Pasados unos minutos, pasa varias veces un trapo húmedo para quitar toda la suciedad. Una vez limpia, le volvemos a pasar otro trapo limpio y seco para dejarla reluciente.
Si hace más de dos meses (tiempo que se recomienda que se limpie este electrodoméstico para que no acumule demasiada grasa) que no limpias tu campana extractora, puedes añadir a la solución casera bicarbonato de sodio para que arrastre más fácilmente toda la suciedad.
Para limpiar externamente la campana, se recomienda no utilizar estropajos ya que podrían rayarla. Lo mejor es emplear una bayeta o paño de microfibra o papel de cocina.
Limpieza interior de la campana extractora
Si mantener limpia, brillante y reluciente la campana extractora por fuera parece misión imposible, ya no nos imaginemos cómo conseguir que esté sin una gota de grasa por dentro.
Parece un reto complicado, pero os hemos de decir que no es tan difícil de conseguir si se limpia el interior, filtros incluidos, de la campana semanalmente o cada dos meses.
Para limpiar la parte interior de la campana extractora debemos quitar los filtros. Una vez que se han retirado los filtros, llena el fregadero de agua templada, jabón y vinagre blanco o de limpieza, y sumergelos ahí durante unos 15 o 20 minutos, para que la grasa incrustada se reblandezca, y sea más fácil de eliminar.
Mientras los filtros están en remojo, llena una olla con un litro y medio de agua, añade dos tazas de vinagre y un poco de lavavajillas o jabón, y ponla al fuego. Una vez que empiece a hervir, déjala en el fuego durante treinta minutos más, aproximadamente, para que el vapor del agua con el vinagre y el jabón suba para arriba, y ablande la grasa acumulada dentro de la campana.
Cuando en la olla empiece a caer gotas amarillas, ya puedes quitar la cazuela del fuego, y con un trapo o bayeta, si es vieja mejor porque después de limpiar el interior de la campana lo vas a tirar, retira toda la grasa del interior. Cuando hayamos eliminado toda la suciedad, le pasamos otra bayeta o estropajo por la parte que no raya húmedo para retirar los restos que queden, y después la secamos con papel de cocina absorbente o trapo limpio para que quede perfecta.
Los filtros que hemos dejado en remojo, los frotamos con un estropajo para quitar la grasa acumulada, los enjuagamos bien con agua, los secamos y ya están listos para volverlos a colocar.
Los profesionales y/o fabricantes de campanas extractoras recomiendan que se limpien tanto por dentro como por fuera una vez a la semana, si se utiliza diariamente, y dos veces al mes si su uso es más esporádico.
Si necesitas realizar una limpieza profunda de tu campana extractora y cocina, ponte en contacto con nosotros. Tenemos más de treinta años de experiencia en el sector de la limpieza.
